‘Vicarie pro’: Vita Nova

‘Vicarie pro’: Vita Nova

Fieles a la tradición, Arnoud Krever y su esposa recorrían el camino Vicarie pro, es decir, “en lugar de”. Consiste en que se puede caminar (o pedalear) por cuenta de alguien que no puede hacerlo. Fallecido, demasiado viejo, inválido, gravemente enfermo, demasiado joven, son todos ellos motivos válidos. El caminante, eso sí, debe tener una relación con la persona por quien camina. A los ojos de la Iglesia Católica es este último el peregrino. ¿Y para quién son los beneficios espirituales o celestiales? Uno ya se lo puede imaginar.

El 1 de octubre de 2019 mi esposa Annet y yo entramos en Santiago en buen estado de ánimo y perfectas condiciones. Veníamos de Tui por el Camino Portugués. Ya que nuestra hora de llegada, las tres del mediodía, era demasiado tardía para coger turno para una compostela, podíamos volver al día siguiente. Entretanto se nos ocurrió una nueva idea. Aún nos quedaban días: hagamos otro camino. Corto, pero lo suficientemente largo como para poder obtener una compostela: desde Orense por el Camino Sanabrés. Estupendo, pero ¿para quién? Me propuse hacer mi vigesimoséptimo camino para mí mismo. “¡Nada de eso!”, decidió Annet. “Tu hijo Arne y su novia Alexandra esperan un niño. ¡Has de caminar por tu nieto!”. Ante ello, no había nada que alegar.

Imposible

Al día siguiente, una mujer de alrededor de cuarenta años revisaba mi credencial de peregrino. La obtención de la compostela Vicarie pro para una amiga de 73 años con la cadera rota no suponía ningún problema. ¿Hay normas especiales para niños aún no nacidos? Era el momento de plantear la pregunta. La respuesta fue inesperada: “¿Es niño o niña?”, preguntó la señora desde detrás de su escritorio. “No lo sabemos aún. Los padres no lo quieren saber con antelación. Sólo cuando nazca”. “¿Cómo se llamará?”, preguntó la señora. “Tampoco lo saben los padres todavía. Depende de si es niño o niña”. Se hace el silencio por un instante. 

“Entonces no es posible caminar por un niño aún no nacido. Nos hace falta un nombre.”

“No tiene sentido que sí se pueda caminar por niños no nacidos que ya tienen nombre y no por niños no nacidos a quienes aún no se les ha puesto. La Iglesia protege siempre la vida no nacida. No me puedo creer que ésa sea verdaderamente la norma.”

La mujer puso cara de circunstancias. “Voy a preguntarlo aquí al lado. Vuelvo en unos minutos.” El “aquí al lado” es una habitación donde un cura se ocupa de los casos difíciles. La solución no se hizo esperar, la mujer volvió enseguida. “No, no se puede. Necesitamos un nombre para escribirlo en la compostela.” Seguir discutiendo era inútil a todas luces. Nos fuimos cabizbajos.

Hay que inventar una triquiñuela

En el primer piso de la oficina del peregrino se encuentra la sala de nuestra Asociación de Santiago. Allí pueden acudir los peregrinos a tomar un café, en busca de compañía, conversación e información práctica. Nos recibió una pareja. Escucharon toda nuestra historia e intercambiamos ideas. El hombre nos hizo la siguiente sugerencia: “Podrías llamar al niño Vita Nova. En latín, Vida Nueva.”

Nos pareció una idea bonita. En la nueva credencial del peregrino escribí: Vicarie pro, Vita Nova Krever Mether. También añadí los dos apellidos de los padres, como es costumbre en España. Quién sabe, el truco podría funcionar.

Al segundo día de nuestra salida de Orense, visitamos el Monasterio de Oseira. Al monje que selló nuestra credencial del peregrino, le contamos lo que nos había pasado en la oficina. La reacción del monje fue contundente: “La Iglesia no debe reaccionar así. ¡Por supuesto que se puede caminar por un nieto no nacido! Qué importa el nombre. ¡Vita Nova es excelente!”

Para recalcarlo, puso el sello del monasterio bajo el nombre Vita Nova y añadió de acuerdo. E incluyó su firma y las iniciales de su orden. Bien, pensé. Aunque esto puede terminar en la Iglesia contra la Iglesia.

Vida Nueva

Cinco días más tarde estamos de nuevo en la oficina del peregrino. Afortunadamente la mujer que me atiende no es la misma que la de hace una semana. Es joven y un poco novata porque empieza rellenando la declaración de renuncia, algo que cuesta dinero y que debería haber advertido antes. Le indico el error aunque, inmediatamente, le digo que no hay problema. A continuación le dicto Vicarie pro Vita Nova Krever Mether y le señalo dónde tiene que apuntarlo. Sigue mis indicaciones sin mayor comentario o discusión. Lo mismo sucede al expedir la compostela. ¡Misión cumplida!

Postdata

Más tarde, he pensado que la negativa en la oficina del peregrino pudo deberse al desconocimiento del caso. ¿Carecían de instrucciones al respecto? El 19 de noviembre de 2019 nació Joakim Arnoud Michael Krever. Joakim está sano y crece feliz.

Acogida en el Monasterio de Oseira   

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